
Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia. Con una votación de 11,281,002 de votos contra los 10,580,399 de Rodolfo Hernández, la izquierda por fin llega al poder de la mano del candidato del Pacto Histórico.
Su triunfo es inédito porque representa voces de sectores que han estado tradicionalmente excluidos de las instancias de decisión. Y aunque han llegado en el pasado mandatarios con una inclinación ideológica de izquierda, como Alfonso López Pumarejo, Petro es el primero que llega representando a los sectores que tradicionalmente le han hecho oposición al Establecimiento.
Esto sin contar con que con él llega a la vicepresidencia Francia Márquez, una líder social de La Toma (Suárez), Cauca, una mujer negra quien antes de ser abogada fue empleada doméstica. Ella representa a sectores étnicos y regionales que nunca habían ocupado la Casa de Nariño.
Además, lo hicieron con una participación electoral que rompió todos los récords. Votó el 58 por ciento de los colombianos, la segunda más alta en medio siglo desde las elecciones de 1974, cuando recién se acababa el Frente Nacional (la más alta, más del 62 por ciento, fue en la muy peleada segunda vuelta de 1998, entre Andrés Pastrana y Horacio Serpa).
Es un triunfo, además, que no estaba cantado.
Una gran remontada de Petro en segunda vuelta
Aunque había ganado en la primera vuelta con un 40 por ciento de la votación y 8.527.132 votos, los resultados daban a Rodolfo como favorito. Una suma básica del 28 por ciento que votó por él más el 24 por ciento que obtuvo “Fico” y que era previsible que se uniría mucho más fácilmente a Hernández ya le daban el 52 por ciento.
El resultado de hoy demuestra que la suma no era matemática.
El momentum que tuvo Rodolfo después de la primera vuelta no le duró sino unas pocas horas. Dejó que Petro le copara todos los espacios y perdió el mensaje y la iniciativa.
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