
La difícil situación que viven los docentes no se puede ocultar en toda la geografía del país, que son objetivo de permanentes amenazas e incluso de atentados mortales como el registrado en Córdoba, donde han asesinados a líderes sociales y también profesores, frente a mucha gente que observaba el partido de la selección Colombia contra Brasil.
Los docentes marcharon el día 12 del presente mes, con el objetivo de exigir al Gobierno Nacional garantías para poder ejercer su actividad en cualquier parte del territorio nacional y, en Bolívar los representantes del Sindicato del Magisterio, mostraron una realidad complicada porque hay zonas en donde vivir cada día es un milagro, por la constante presencia de los grupos armados ilegales, cuyos integrantes se pasean como Pedro por su casa. Es el caso de poblaciones del centro y sur del departamento.
Pero no es solo la seguridad, sino tener en muchos casos que desplazarse a zonas casi inaccesibles, sin servicios públicos, con los índices impresionantes de necesidades básicas insatisfechas, en donde prácticamente se tiene que rezar para que los niños y adolescentes acudan a las aulas, porque también están obligados a recorrer largos kilómetros por trochas e incluso sitios de alto riesgo por la presencia, posiblemente, de minas antipersonal.
Los educadores que deberían ser respetados y apoyados en su trabajo porque son los que propician la transformación de la sociedad a través de la educación, se han convertido en un objetivo de los violentos, porque ven en ellos la amenaza para sus negocios de la guerra y el narcotráfico, puesto que un niño educado es un combatiente o un ‘raspachín’ menos.
A esto se le suma el hecho de que los profesores son observados como una fuente para obtener dinero y de manera constante son extorsionados y amenazados de muerte si se niegan a pagar la ‘vacuna’, como ha pasado en el municipio de San Pablo sur de Bolívar y otros municipios.
Cuando los profesores salen a marchar a las calles para defender sus derechos asumen la defensa de la educación, pero claro algunos sectores los estigmatizan y los hacen ver como unos vagos que solo quieren perder el tiempo y afectar a decenas de estudiantes que deben parar sus labores.
Representantes de los sindicatos señalaron que el solo hecho de hacer protesta los ubica como blanco de ciertos grupos, pues su propósito era dar a conocer a las comunidades las graves situaciones en que se encuentra el gremio de educadores en todo el país donde han sido amenazados.
En la movilización los profesores colombianos pidieron «al Gobierno el cumplimiento cabal de los acuerdos suscritos en la mesa de negociación» y exigen «el respeto y el reconocimiento de las instituciones educativas como territorios de paz”. También, Fecode indicó que desde que comenzó el Gobierno del presidente Iván Duque, “10 docentes han sido asesinados, casi 700 han sido amenazados y a diarios se evidencia una campaña sistemática en redes sociales de hostigamiento y mentiras con calificativos infames contra los educadores y sus estudiantes».
Siempre los docentes expresan que su profesión es hermosa, porque abren sueños y mentes, pero la más ingrata, porque ni siquiera se les agradece por su loable papel. Sin embargo, este es un momento coyuntural cuando el país y la sociedad entera debe abrazar a este sector y decirle que no está solo frente a esa serie de amenazas.