Ayer lunes el país amaneció tensionado por el anuncio del Paro Nacional de Conductores, convocado para las primeras horas del día.
La zozobra se debió principalmente al tono amenazante con el que se realizó el llamado que se conoció por medio de redes sociales. “Carro que transite, que se atenga a las consecuencias”, dijo Hernando Chávez, representante del gremio.
Y no fueron pocas las consecuencias pues, de acuerdo con el director de Control de Tránsito y Transporte, Nicolás Correal, al menos 67 vehículos fueron vandalizados en Bogotá, además de presentar serias afectaciones al orden público en varias zonas de la capital.
El paro de transportadores tenía como finalidad solicitar al Gobierno Nacional la devolución de las licencias de conducción de más de 45.000 conductores, las cuales han sido suspendidas por reincidencias en infracciones de tránsito.
En el video que circuló por redes sociales, Hernando Chávez llama a “paro nacional de transporte indefinido por la no suspensión de nuestras licencias de conducción. 23 de septiembre a las cero horas camioneros, muleros, taxistas, servicio intermunicipal, urbanos y, en general, el gremio de conductores”.
Analistas enfatizan en el carácter virtual de la convocatoria y los alcances que tuvo, pues las principales ciudades de Colombia mostraron desde temprano poca presencia de vehículos como medida de prevención ante los anuncios del gremio transportador. Jorge Restrepo, director del Cerac, rechazó el modo en que se produjo el paro.