El ex presidente Uribe y no presidente como algunos de sus serviles adeptos le quieren llamar, no debe estar muy contento con algunas de las acciones de gobierno adelantadas por su ungido al primer cargo de la nación.
Los miembros de su colectividad ( entiéndase Cabal, Guerra, Prada y el bachiller Macías entre otros) al parecer pensaron y piensan todavía, que la llegada de Duque al poder significaba tener un presidente de bolsillo y que aliados con su mentor cogobernarían al país y no es así.
Primero desde el 7 de agostos que se posesiono Duque, él es el presidente de los 50 millones de colombianos que habitamos en la nación y es el único que manda y ordena, los demás somos sus gobernados.
Trinos y declaraciones de los integrantes de esa colectividad mostraron su desacuerdo con algunos nombramientos hechos por el presidente para conformar su equipo de gobierno. ¿Quién dijo que el presidente tenía que consultarle a su bancada los nombramientos de su equipo?. Afortunadamente el Presidente Duque se ratifico en sus nombramientos y demostró que el presidente es él, no los integrantes de esa colectividad.
Se equivocan de principio a fin los integrantes del CD si creen que van a cogobernar la nación y entablar un dictadura de facto para seguir dividiendo el país entre los adeptos a su líder y los demás colombianos.
Lenta y paulatinamente y con el trascurrir de los días se va haciendo más evidentes las fisuras al interior del partido Centro Democrático, y pierden credibilidad pues siempre manifestaron en público que el presidente seria Duque y no ellos.
Así queda de manifiesto con la consulta anticorrupción la cual en público afirmaron apoyar y respaldar, pero que en privado se mofan de ella y no la respaldan. Es decir ellos no quieren que les bajen sus sueldos, ni les quiten su mermelada. El bachiller Macías se ratificó en un medio de comunicación, no respaldar que a los congresistas se le baje el salario.
El presidente Duque hasta el momento, está demostrando que quien gobierna es él y no su partido, esperemos que siga así para bien de la nación
Por lo que se ve, el Centro Democrático debería llamarse el partido de la “moneda”, pues tiene dos caras, las cuales maneja de acuerdo a su conveniencia.