El próximo jueves tanto gobierno, empresarios como centrales obreras presentaran sus cartas de lo que será su propuesta del alza del salario mínimo para los colombianos en el año 2019, acuerdo que a todas luces se ve que no será nada fácil entre las partes.
Y no será fácil teniendo en cuenta las posicione tan diferentes que tienen de lo que debe ser ese aumento las partes en la mesa, que rondan por un lado del cuatro por ciento por parte de los empresarios y la del diez o doce por ciento por parte de las centrales obreras.
Y en parte los empresarios tienen razón pues de aprobarse un salario como lo pretenden las centrales obreras, pues si en la ley de financiamiento les hacen una reducción adicional de la tasa de renta corporativa a las empresas, ellas deberían compensar aceptando un buen ajuste al salario mínimo.
Pero también se tiene que tener en cuenta que si la ley de financiamiento que no es otra cosa que una reforma tributaria, el golpe en el poder adquisitivo de la clase trabajadora colombiana será demoledor.
Y es que aunque al gobierno se le cayó el 19 por ciento del IVA que quería imponerle a la canasta básica alimentaria, es claro que con la aplicación de otros tributos, la clase trabajadora no es la más beneficiada.
Según las cifras del Ministerio del Trabajo, del total de empleados del país, aproximadamente un 8% se gana un salario mínimo, es decir más o menos 1.727.000 personas, de 22.156.140 que son el número de colombianos que están empleados.
Pero más aterrador es que si con el salario mínimo no se vive sino se sobrevive, más de once millones de colombianos que están en la economía informal, es decir en el rebusque diario del sustento, ganan menos de un salario mínimo.
No va hacer fácil entonces que se llegue a un acuerdo entre las tres partes, gobierno, empresarios y centrales obreras y en ultimas terminará pasando lo que pasa casi todos los años; que el gobierno le fija por decreto.
Para terminar y teniendo en cuenta que la fijación del salario mínimo tiene mucho que ver con la Ley de financiamiento, es un hecho que el gobierno convoque por tres días a extras al congreso para la aprobación de la ley de Financiamiento, es decir que el congreso laborara por lo menos hasta el jueves de la entrante semana.