Por: Omar Cuello Romero
Desde ayer lunes se inició la normalización de las actividades académicas en todo el país, con la entrada de la parte administrativas en Instituciones Educativas, para luego el retorno a las aulas de los estudiantes, en medio de incertidumbres y desazón de los padres de familia.
Es que con la fuerte inflación por la que atraviesa Colombia en este momento, en que empezando por los artículos de primera línea de la canasta familiar están por las nubes., no menos se está dando la crisis en otros aspectos como el alza de los combustibles, los útiles escolares, los alimentos, los arriendos, y en fin, una cascada de especulación y abusos de los comerciantes e industriales.
En lo que respecta al regreso de las actividades académicas, tenemos que al comenzar este ciclo de año, los padres de familia están escandalizados con los exorbitantes precios de libros, cuadernos y útiles, los cuales se expenden a precios inalcanzables.
Por ejemplo, los cuadernos y libretas que hasta el año pasado estaban a precios razonables, hoy se encuentran en las librerías al doble o triple, hecho que representa una carga para las familias pobres de este país, porque son inalcanzables al bolsillo del comprador.
Mientras eso ocurre en cuanto a útiles, muchas quejas y reclamos no se han hecho esperar por parte de los padres de familia, en razón a que muchos colegios, en especial los privados, abusando como siempre de la paciencia y el bolsillo de las familias, exigiendo una larga lista de útiles inútiles.
No hay derecho para que esto ocurra en medio de una crisis social aberrante, tras la pasada pandemia que, aún continúa con menos fuerza, además de la reciente ola invernal que dejó estragos graves a la población.
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