
Con el joven antioqueño, Iván Duque Márquez, recién posesionado como presidente, contabiliza Colombia 60 presidentes, muchos son recordados por obras o huellas imborrables que dejaron, como lo fueron Alfonso López Pumarejo, Enrique Olaya Herrera, entre otros y cada presidente durante su periodo de gobierno como es natural se propone a realizar alguna gestión u obra monumental o de importante significación que perdure en la memoria de los colombianos, desde luego los tiempos han cambiado, no hay que olvidar que en tiempos en que se estableció los cuatro años de gobierno presidencial, no existía en nuestra nación los centenares problemas graves que hoy existen; prácticamente no existía guerrilla y si existía, eran muy pocos, que se podían contar con los dedos, 20 o 30 guerrilleros e introducidos y operando muy débilmente en las selvas colombianas, y fue por ello que desde el principio no se le dio importancia, pero que con el transcurso del tiempo este problema creció y se salió del control a cuanto presidente en los últimos tiempos han pasado por el Palacio de Nariño y nos los advirtió el estadista Alvaro Gómez Hurtado. “Hoy problema pequeño en un futuro problema grande”, dicho y hecho, eso sucedió, y no existían organizaciones criminales fuertemente armadas como hoy lo están dedicadas al tráfico de estupefacientes o a la explotación minera ilegal y la corrupción de los servidores públicos se presentaban en la más mínima expresión; un delito de peculado ejecutado así fuera por un servidor público de bajo rango constituía motivo de escándalo nacional, hoy en día Colombia tiene graves problemas de guerrilla en zonas rurales y urbanas con un sinnúmero de militantes en esas estructuras criminales que se consideran invencibles, para citar un solo ejemplo el guerrillero con el alias de “El Guacho” desde hace cuatro meses están en su búsqueda 4.000 soldados colombianos y no se sabe cuántos soldados de Ecuador y no han podido dar con su ubicación y sigue haciendo daño a las estructuras de la economía nacional y no se sabe hasta cuándo estará ejecutando estas acciones criminales y solo para mencionar estas cuantas dificultades que perturban la convivencia pacífica de todo colombiano. Cuatro años es un tiempo realmente corto para dar solución a estas cantidades de contrariedades y con mucha complejidad en donde intentar que el grupo guerrillero ELN decida dejar las armas, es un proceso en que hay que agotar al menos de un tiempo considerable, lo propio con erradicar las organizaciones criminales dadas a la extorsión, tráfico de drogas y armas, secuestros por la vía pacífica y con mayor dificultad a la fuerza.
Ivan Duque Márquez hay que reconocerle lo bien intencionado que está para hacer todo lo que está a su alcance para resolvernos estas gigantescas complicaciones y ojalá nos haga el milagro con la ayuda de Dios de liberarnos de estos flagelos, pero que en realidad no es fácil, por mucho que madrugue como todo buen antioqueño a realizar las acciones para estos fines no va a tener lugar a sepultar todas estas dificultades y es por ello que me atrevo asegurar y así viene dándolo a conocer por los medios de comunicación y si lo consigue debemos sentirnos bien servidos, dar prelación o prioridad a unos cuantos problemas de gran envergadura y que vienen entorpeciendo el desenvolvimiento pacífico de los colombianos y superar el estancamiento económico en que nos encontramos, la corrupción en el primer orden constituye en el primer dolor de cabeza para Iván Duque Márquez y es así que desde el mismo día de su posesión radicó en el Congreso de Colombia un paquete de proyectos legislativos tendientes a combatir la corrupción, haciendo de la contratación pública más transparente que no sea como lo es hoy, fuente frecuente de enriquecimiento patrimonial ilícito, aumentando las penas para los delitos contra la administración pública, para que tengan fuertes efectos disuasivos para el resto del conglomerado social; ejemplo a Juan Pérez contratista de una obra lo acaban de condenar por cometer peculado por apropiación a 60 años de prisión, por lo tanto, X persona contratista de una obra en proceso de ejecución, se dirá que no va a correr la misma suerte con lo que le vienen proponiendo un alcalde, un gobernador, un político o X persona.
Modificar en algunos puntos el proceso de paz con las Farc en especial lo correspondiente a las víctimas del grupo armado que involucra a este grupo subversivos, que no oculten bienes como lo están haciendo, que destapen todo lo que tienen en su poder y que fueron adquiridos a través de hechos ilícitos para que con ello reivindicar derechos a los damnificados por esta confrontación armada, dar protección y fuentes de trabajo para que no vuelvan a retomar las armas los guerrilleros rasos y me parece muy inteligente este propósito, los que fueron o son cabecillas de las Farc son unos cuantos y su trabajo se limita a dar órdenes para que los de abajo la ejecuten, pero la operatividad militar más importante la ejecutan los guerrilleros rasos.
Mientras se posesionaba, Iván Duque Márquez, sus oponentes en la otra orilla, aglutinados en las principales calles del país en protesta, ¿protesta a qué?, ¿un gobierno que no ha arrancado, que se le puede cuestionar?, incluyendo reclamos por los 300 asesinatos de defensores de derechos humanos, como si Iván Duque fuera corresponsable directa o indirectamente de esos crímenes, manifestaciones que no tuvieron ni pie ni cabeza y liderada por Gustavo Petro Urrego y en el sitio donde se posesionaba Iván Duque invitando a los colombianos a reconciliarnos, a unirnos todos para construir un país mejor. Es claro lo que se propone el jefe de la oposición y que es su costumbre, pescar en río revuelto sabiendo que por muy buen presidente que sea Iván Duque Márquez en cuatro años no va a tener lugar para satisfacer todos los anhelos del pueblo colombiano, en donde quedarán problemas sin resolver y aprovechar tal circunstancias para después aparecer en las plazas públicas con su ya conocido discurso que la equidad social solo la puede conseguir él por estar untado de pueblo.