A Dios lo que es de Dios, y a la Cámara lo que es de la Cámara

Hace algunos días nos despertamos con la noticia que la oficina de la empresa de comunicaciones, Tigo, que presta sus servicios no solo a los magangueleños sino a un gran número de usuarios de varios municipios del departamento, cerraría sus puertas a partir del 30 de julio, del presente año.
La noticia cayó como un verdadero balde de agua fría no solo para los usuarios –que la verdad sea dicha somos muchos- sino que se quiso ver desde la óptica de una eventual crisis económica del municipio.
Y quién dijo miedo, se armó la de Troya y comenzó así el mundo de las especulaciones y las críticas del porque la partida de esta tienda del municipio y sus consecuencias, no solo para los usuarios sino también para la economía local.
Algunos áulicos que no pierden oportunidad y siendo esta una verdadera oportunidad, trataron de responsabilizar a la administración municipal de la salida de la Tiendo del municipio, como si el municipio tuviera algo que ver con una decisión empresarial de una multinacional.
Esos orates en su afán de blasfemar, solo por figurar y ganar votos para sus candidatos a cargos de elección popular, no se dieron cuenta –porque no ven más allá de sus narices- que quien más perdía con esta salida era el mismo municipio que dejaba de percibir los recursos producto del pago del impuesto de industria y comercio.
Aunque no lo vi desde la óptica apocalíptica que estaban planteando los orates oportunistas politiqueros, si fui crítico y responsabilice del bajón que vive la economía – no solo en Magangué, el departamento y la Costa- a la empresa Electricaribe, pues nadie quiere arriesgar un capital importante en donde no tiene garantías de producción por la inestabilidad de servicio.
Todos criticamos pero ninguno propusimos soluciones.
Y fue ahí cuando de manera silenciosa apareció la Cámara de Comercio de Magangué, que no hizo lo que hicimos muchos, es decir criticar, sino que se dio a la tarea de evitar que el hecho se hiciera efectivo.
Y lo logró. Ataco el problema por la cabeza, es decir por donde se debía atacar, por la directivas de la multinacional a quienes se dirigió y solicito replantear la determinación del cierre de la Tienda Tigo en el municipio, y expuso en la misiva los factores negativos que la misma traería para los usuarios abonados a la telefonía celular.
Ahora los áulicos y orates que no valoran las acciones de los demás y menos esta pues con ella tenían pensado montar un “caballo de batalla en época electoral”, no valoran la acción y muy seguramente dirán que esa es la función de la Cámara de Comercio de Magangué.
Y seguramente tienen razón, pero lo que no valoran, es que sin tanto protagonismo y siendo proactivos para el futuro del municipio, la Cámara de Comercio y su director Henry Borre Athias, hizo lo que tenía que hacer sin tanto protagonismo; se volvió parte de la solución y no del problema. Algo que deberíamos hacer todos.
*Consultor y Asesor Político, Comunicaciones
Y Organización de procesos Políticos
Email: jjpipo973@yahoo.com