Esa debe ser la consigna, y ninguna otra. Sobradas razones tenemos los colombianos de bien, que somos la inmensa mayoría para empeñarnos en esa tarea. Se ha dicho demasiado sobre el daño que a Colombia le ha hecho la nefasta orgia corruptora que invadió la política a todo nivel en el país. Recientemente les comentaba lo afirmado por el actual Contralor General de la Republica quien en reportaje al periódico el Tiempo señalaba que en Colombia los corruptos se roban 50 BILLONES de pesos cada año. Que del presupuesto nacional solamente se puede defender escasamente el 4 % de su inversión. Que el resto, se lo roban.
Eso ocurre, según lo afirma el Dr Córdoba, Contralor General de la Republica, a nivel nacional. Pero si por allá llueve, por acá no escampa, señores. Bolívar que se ufanaba de ser el departamento más honesto de Colombia, hoy es una de las regiones más corruptas del país. Soñábamos que seguiríamos siendo los más honestos, pero llegaron hace pocos años a la dirección del departamento algunos tenebrosos funcionarios heredados de administraciones perniciosas y ahí fue Troya. El ingreso de contratistas foráneos que han arrasado con todo, con la contratación y son, hoy, campeones en ofrecer las más altas coimas para hacerse con el botín departamental.
Se le abrió campo también al porcentaje que debían cancelar, con anticipación, los beneficiarios de los contratos oficiales, en un 20%. Aquellos, los anteriores, y los actuales se han robado buena parte de los recursos oficiales destinados al servicio de la sociedad, sin escrúpulo alguno. Y lo grave, es que no ha pasado nada. Nadie protesta, algunos tienen miedo, y lo más escandaloso, es que los ladrones ahora se aprestan a financiar, y han avalado algunas de las candidaturas para alcaldía y gobernación en diferentes departamentos y municipios del país. Si nos ponemos a calcular cuántos recursos de las regalías han recibido los departamentos de la costa en los últimos 12 años veremos que la cifra bien puede superar los 3 Billones de pesos por departamento y buena parte de esos dineros públicos se han esfumado dentro del bolsillo de algunos gobernantes inescrupulosos.
Esa desvergonzada conducta debemos pararla ya!! La única forma es derrotarlos, es actuando contra ellos en las próximas elecciones de gobernador, alcaldes, asamblea y concejos municipales. No hacerlo nos convertiríamos en cómplices, por omisión, del delito de corrupción. En estos días recibí en mi celular un mensaje de Whatsaap en el que un joven denuncia, precisamente, todas las artimañas de que se valen los bandidos del sector público para robar a su antojo, actividad delictuosa de la que ha hecho toda una “política”. Veámoslo: Lo que se roban los funcionarios dañinos, impiden posibilidades de trabajo para miles de jóvenes profesionales, o impiden que las entidades del sector oficial puedan ofrecer, a los jóvenes, hombres y mujeres, salarios decentes.
Somos el octavo país que más pagamos impuestos, pero lo grave es que estos impuestos se los roban los funcionarios deshonestos, los que solo piensan en lograr una curul para hacerse ricos. Poco es lo que invertirán en el bienestar de los ciudadanos. La corrupción hace ricos a los avivatos. Por esa razón debemos pensar muy bien por quien vamos a votar en esta próximas elecciones. Eso sí, no deje de votar.