La muy rápida propagación del coronavirus Covid-19 por distintas latitudes ha obligado a la OMS a plantear la posibilidad de estar asistiendo a una pandemia, que va más allá de lo que se conoce como epidemia, por la circunstancia de que ya existe un acumulado de 31 países afectados. Aunque el virus apareció en la China, en donde ya se registra algo más de setenta y siete mil casos y más de dos mil setecientos muertos, el contagio se ha ido extendiendo por países como Corea del Sur, que registra casi 900 casos y 8 muertos; Irán, con 64 casos y 12 muertos e Italia con 24 casos y 7 muertos.
Este cuadro nos demuestra que el nivel de contagio es preocupante y que obliga a todos los Estados y las autoridades del ramo a adoptar medidas eficaces de tipo preventivo con la coordinación de la OMS que, por boca de su enviado especial a la China, ha dicho que las medidas que se están adoptando son las “más agiles y eficaces de la historia”.
La propagación del virus ya es materia de preocupación en todos los países del mundo y entre nosotros ya es motivo de inquietud por la manera con que usualmente se toman este tipo de medidas como, por ejemplo, la fragilidad de los controles fronterizos. En los puentes internacionales entre Colombia y Venezuela el flujo de transeúntes es muy alto, lo mismo que el volumen de migrantes concentrados en lugares de alojamiento cuyas condiciones higiénicas son muy precarias, lo cual los expone como probable foco receptor de toda clase de virus. Lo propio puede decirse de puertos como el de Buenaventura, a donde llegan mercancías provenientes de la China y de otros países, lo mismo que de ciudades como Cartagena, visitada permanentemente por turistas de distintas regiones del mundo. La preocupación aumenta porque ya se tiene noticias de que el virus llegó al Brasil y Ecuador.