La conjugación de los fenómenos naturales y la luz que emiten los bombillos caseros y las lámparas ubicadas en las calles, al parecer generó la invasión de miles de cucarrones en Magangué.
Según expertos, el invierno llegó y el ciclo de apareamiento de estos insectos se activó, teniendo como sitio de reproducción los reflectores, cuya potente luz atrae a hembras y machos.
Algunas personas han manifestado que la invasión de cucarrones les afecta, otro grupo de moradores asegura que podría convertirse en un problema de salud pública, mientras que a un reducido grupo de ciudadanos parece no importarle.
Por ahora, la Secretaría de Salud no se ha pronunciado acerca de la invasión de estos insectos, algo normal en esta época del año.