Hará unos cinco años escribí en mi estilo habitual que no es otro que el sencillo, llano y coloquial, puesto que bien saben mis lectores que no soy comunicador social y mucho menos escritor de carrera; valga esta introducción para explicarles lo que me acaba de pasar.
Decía que hace unos cinco años más o menos, escribí una nota titulada “La venganza de Manuel García” * que se refiere a un empleado de una casa de ricos que se enamora locamente de una de las hijas del patrón y al no ser correspondido, opta por calumniarla haciendo vox populis, que la joven no era virgen. No había leído la copla hecha pública en Calatayud (España) por un enamorado no correspondido contra la bella MARIA DE LOS DOLORES PEINADOR NARVION que dice: Si vas a Calatayud/ pregunta por la Dolores/ que es una chica/ muy guapa y amiga de hacer favores. –
La otra coincidencia está relacionada con un escrito de Eduardo Galeano, escritor uruguayo, en su libro CAZADOR DE HISTORIAS(*) El caso es que yo después de haber viajado en LA Florida de Miami a Fort Mayer en el año 2012 por una carretera que atraviesa la península de Este a Oeste, sin una sola curva, observando unos rectos árboles de unos cuantos metros de altura, colgando de sus ramas unos nidos de pájaros, escribí a mi regreso una nota para el periódico Magangue Hoy, titulada “Felices Los pájaros”.
Felices los pájaros porque ellos no necesitan pasaportes ni visas para desplazarse de un país a otro, porque no tienen que comprar pasajes de buses, de trenes ni de aviones, porque no tienen que esperar en las estaciones de buses, ni aeropuertos, solo tienen que desplegar sus alas y orientarse de acuerdo con el rumbo que hayan escogido…
Pues Galeano en un corto escrito dice casi lo mismo, no voy a pretender considerar que fue él quien me copió a mí – Dios me libre de semejante sacrilegio -. Pienso y recuerdo lo que nos decía el profesor de la lengua castellana Miguel Henríquez Castañeda, insigne docente en el colegio Departamental de Cartagena, decía él que las ideas, las palabras, no tiene dueños.
Me voy a permitir trascribirles el texto de Galeano que dice así:
LOS LIBRES
En los días, los guía el sol. En la noche, las estrellas.
No pagan pasaje, y viajan sin pasaporte y sin llenar formularios de aduana ni de migración.
Los pájaros, los únicos libres en este mundo habitado por prisioneros, vuelan sin combustible, de polo a polo, por el rumbo que eligen y a la hora que quieren, sin pedir permiso a los gobiernos que se creen dueños del cielo.
Eduardo Galeano, *El cazador de historias,*
*Precioso libro obsequio de mi colega, compadre y amigo, GUIDO PARRA hace ya muchos meses, pero el cual no había leído hasta ahora.
Barranquilla, agosto de 2018