Desde finales del año 2014 el petróleo a nivel mundial no superaba la barrera de los 80 dólares y muchos de los analistas a nivel mundial, no descartan que pueda superar la barrera de los 100 dólares.
Noticia que sin lugar a dudas debe alegrar al gobierno nacional si se tiene en cuenta que gran parte del financiamiento de la estructura económica del país, esta cimentada en los ingresos por la exportación del hidrocarburo.
Para muchos analistas, esta bonaza traerá efectos importantes para la economía nacional los cuales se podrán ver a corto plazo.
Recientemente el gobierno se quejaba del desfinanciamiento que hay en el presupuesto general de la nación, el cual le faltan la suma de 25 billones de pesos, según el ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla.
No cabe duda que en un escenario de precios altos, alivian las finanzas no solo del gobierno sino de la empresa Ecopetrol, pero ojo, mucho ojo, no hay que caer en el facilismo y el derroche pues no se puede olvidar lo volatilidad de los precios del crudo en los mercados internacionales.
Ahora, es claro que Colombia no puede ser petróleo dependiente y debe diversificar la forma de obtener sus recursos.
Claro que es una buena oportunidad del alza de crudo para que la empresa Ecopetrol, consolide su eficiencia y se siga fortaleciendo. No en vano la acción de Ecopetrol es una de las más estables no solo en la bolsa colombiana, sino también en la de New York en donde también se comercializa.
Por otro lado, el gobierno no puede aflojar en el propósito de ajustar sus finanzas y debe evitar considerar que este recurso es permanente porque no lo es ni lo será.
Prudente seria hacer un ahorro con cargo a esos ingresos y preparar al país para una destorcida de esos precios con el fin de evitar que, como en el pasado, pueda afectar severamente a la economía.
El ahorro de una eventual bonanza puede también ayudar a desarrollar otras actividades productivas.
La historia reciente nos recuerda y nos enseña que una manera de atenuar la exposición al riesgo por la volatilidad de los precios de las materias primas, es diversificar el aparato productivo.
La dependencia del petróleo, que deje postrados a otros sectores productivos, es una vía rápida para aumentar la vulnerabilidad de la economía.