El nivel de abandono del Cementerio Central en Magangué salta a la vista. No hay que ser un experto para darse cuenta que el camposanto se ha convertido en una ‘guarida de delincuentes y vándalos’.
Así quedó evidenciado la noche del jueves, cuando un grupo de desadaptados profanó varias tumbas, dejando restos humanos esparcidos por el cementerio.
No es la primera vez, pero pese al llamado reiterado de los vecinos, la Policía no ha tomado cartas en el asunto.
Versiones
En torno a esa situación se han tejido varias versiones. La primera de ellas señala que se trataría de una banda de delincuentes comunes que está profanando las tumbas para ver si encuentran algunos elementos de valor que luego puedan comercializar.
Otra versión que manejan las autoridades es que podría tratarse de un mercado negro para la venta de huesos con fines académicos o con fines oscuros, es decir para sectas satánicas.
Nadie sabe a ciencia cierta qué está ocurriendo en el cementerio, el cual carece de vigilancia.