A través del documento denominado, “Una estrategia para la defensa del empleo y la estabilidad de la economía”, académicos como Jorge Humberto Botero y Eduardo Lora proponen subsidiar totalmente el primer salario mínimo de todos los trabajadores de sectores inhabilitados por el aislamiento obligatorio.
«El subsidio se concederá a través de las empresas, siempre y cuando mantengan el empleo. Para financiarlo el Gobierno establecerá por decreto legislativo de emergencia económica un empréstito forzoso a cargo de los contribuyentes al impuesto sobre la renta que se reembolsaría con créditos para el pago de futuros impuestos. Con base en este flujo futuro, el Gobierno accedería a la liquidez del Banco de la República, de donde provendrían los recursos necesarios para financiar el subsidio al empleo», así lo destaca la síntesis de la propuesta.
Como primera medida los académicos destacan que todas las medidas del Gobierno y el Banco de la República, para que las empresas obtengan recursos de financiamiento para sufragar sus gastos de operación durante el aislamiento son acertadas y subrayan que la empresa típica colombiana solo cuenta con recursos líquidos para pagar unas pocas semanas de nómina.
En ese sentido, destacaron que un estudio mundial de JP Morgan Chase señala que a 25% de las pymes los recursos líquidos sólo les alcanzan para pagar sus gastos regulares durante 13 días, y sólo 25% de las empresas puede sobrevivir más de 62 días sin financiamiento adicional. La mediana se encuentra en 27 días.
Luego de hacer un extenso análisis no solo del panorama local y externo, los académicos manifestaron que para que el Gobierno pueda comprometerse con gastos adicionales en la crisis actual debe asegurar recursos futuros, de forma que no se comprometa la solvencia fiscal ni externa.
Frente a ello, destacaron que su propuesta de financiamiento no descarta que el Gobierno acuda además a las entidades multilaterales de crédito para obtener financiamiento de largo plazo.
“Nuestra preocupación es que acudir a las multilaterales toma mucho más tiempo del que hay disponible para salvar el empleo y evitar la destrucción de numerosas empresas. Esta preocupación no aplica sin embargo a los recursos de la línea de crédito flexible que está a punto de renovar el FMI, y que el Banco de la República puede usar para cualquier propósito”, puntualiza.