Por: J.J. Rubiano
Este sábado después de las seis de la tarde quedarán cerradas las inscripciones para todos aquellos ciudadanos que aspiren a participar en el debate electoral del próximo 27 de octubre en el territorio nacional.
Será entonces una semana de mucho trabajo en la seccional de la Registraduría, pues tendrá que revisar con lupa y chequear cada una de las listas de aspirantes al concejo y candidatos a la alcaldía local, teniendo en cuenta que ahora se le hace un pre chequeo a la documentación en el sistema y después es que viene el proceso de inscripción.
Se espera que ocho o diez listas se inscriban para el concejo en representación de partidos o movimientos políticos y grupo significativo de ciudadanos como la lista del pavimento, liberal, conservador, centro democrático, la U, cambio radical o maíz, solo por nombrar algunos de ellos.
Podría decirse que de los candidatos a la alcaldía solo uno de ellos tiene y el camino libre en su aspiración y lo es el ex concejal del municipio, Carlos Cabrales, quien lleva el aval del partido liberal colombiano.
Lo de uno de ellos se define esta semana, y es el del aval por firmas que pueda recibir el aspirante Alonso Butrón, quien entregó a la Registraduría formularios con más de cuarenta y ocho mil firmas para su análisis y estudio. Se da por descontado que le será entregado el aval y se inscriba.
Pero mirando por el lado conservador, las cosas cada día parecen que se están enredando más y no hay un pronunciamiento de la colectividad sobre si avalará a uno de los dos candidatos que quieren su respaldo.
Edwin Franco y Yalil Arana se disputan ese aval y todo se enredó desde el momento que se conocido el bochornoso hecho que en momentos que la colectividad, se trató de manipular la misma por parte de miembros de uno de los equipos de los candidatos, específicamente el audio de la jefe de comunicaciones de la campaña de Edwin Franco.
Lo que resulta extraño, pues dicha encuesta que se llevó a cabo para escoger al candidato de la colectividad azul, ni días después ni hasta la fecha ha habido un pronunciamiento por parte de las directivas del conservatismo ni a nivel departamental o nacional como la lógica lo dice se debió hacer.
Puede ser también que no se haya entregado el aval por la duda persistente y latente que existe sobre la inhabilidad que para aspirar al cargo tiene Yalil Arana, pues lo documentos conocidos así lo demuestran y pese a que desde el interior de la campaña su equipo de asesores ha mantenido la teoría -de palabra- que no existe dicha inhabilidad y que se trata de una persecución política contra el joven abogado, solo han hecho público un documento emanado de Findeter que ratifica que si hubo un vínculo entre la entidad y el abogado –algo que inicialmente siempre fue negado- y que dicho vinculo se terminó en el mes de septiembre dl año anterior.
Algo que no aclara y por el contrario deja más preguntas que respuestas.
Muy seguramente y ante el silencio del partido conservador sobre su aval a candidato en el municipio de Magangué, Arana tendrá un plan B que colocará en marcha en esta misma semana.
Frente a eso se especula y dice en los corrillos o mentideros políticos, que Arana estaría recibiendo el respaldo –no el aval ojo- de su aspiración del partido de la rosa roja, es decir de las desmovilizadas FARC.
Y eso no sería un pecado, al fin y al cabo el movimiento político de las FARC, es el resultado de los acuerdos en la Habana, y como tal están habilitados para el ejercicio político en estas elecciones.
Lo que se rumora en los mentideros y corrillos políticos, sería que ese respaldo se habría conseguido gracias al ex alcalde Marcelo Torres Benavides, privado hoy de la libertad por investigaciones de varios delitos de corrupción durante su gestión como alcalde local.
De esta manera el ala política de la izquierda que comando a Magangué hace cuatro años, le estaría devolviendo el favor a la casa Arana apoyándolo y así poder regresar al poder, esta vez en manos del exsecretario de planeación del gobierno que se denominó “del cambio” que oriento Marcelo Torres Benavides.
