Si por algo será recordado el ex presidente Belisario Betancur Cuartas fallecido ayer a los 95 años de edad, fue por haber sido el primer mandatario de los colombianos que le aposto a un proceso de paz en nuestra convulsionada nación.
Nacido en Amaga Antioquia, en un hogar netamente de campesinos, este poeta, intelectual, contertulio, humanista, filántropo, pero sobre todo político y líder del Partido Conservador, gobernó nuestro país en uno de los periodos más complicados como lo fue entre 1982 y 1986.
Abogado de la Pontificia Universidad de Bolivariana en donde se graduó en derecho y economía en 1947, ganó las elecciones en 1982 gracias a la división del Partido Liberal: Luis Carlos Galán había creado el Nuevo Liberalismo y se lanzó a la contienda de aquel año como disidente de su partido, que había escogido como candidato al expresidente, Alfonso López Michelsen.
Betancur se la jugó por la paz y, desde entonces, se convirtió en un abanderado de ella hasta su muerte. El 19 de septiembre de 1982 creó la Comisión de Paz para que adelantara conversaciones con las Farc, el M-19 y todos los movimientos guerrilleros que había en el país.
En marzo de 1984 en La Uribe, Meta, se firmó el acuerdo al cese al fuego entre la comisión de Paz y el Secretariado de las Farc, y en agosto con el EPL, la Autodefensa Obrera y el M-19. Sin embargo, los enfrentamientos y hostigamientos nunca pararon y el gobierno nunca pudo certificar que el cese y los acuerdos se cumplieran, en especial con el M-19.
Fue en su gobierno cuando fue descubierto y destruido el más grande laboratorio del narcotráfico llamado Tranquilandia en el que se producía miles de toneladas del alucinógeno.
Durante su gobierno ocurrieron las dos más grandes tragedias de la naturaleza en nuestro país, el terremoto de Popayán que dejo más de 300 muertos y miles de damnificados en 1983 y en 1985 la avalancha de Armero que se llevó a no menos de 22.000 compatriotas.
Durante su gobierno en noviembre de 1985 se realizó la toma del palacio de Justicia por parte del M-19 que en su retoma dejo más de 98 muertos y muchos desaparecidos que aún hoy no aparecen.
Se le recordara además porque ha sido el único presidente que después de dejar el poder, no volvió a inmiscuirse en política y dejo gobernar a su sucesor.
El legado del ex presidente Betancur, debe ser un ejemplo para las generaciones por venir por su entereza, nobleza y humildad a lo largo de su vida. Paz en su tumba.