La calidad de la educación es la que refleja una excelente cultura del pueblo.
En los últimos años las instituciones educativas del municipio de Magangué han venido en forma descendente en su calidad educativa, así lo demuestran los resultados de la Prueba Saber Icfes que están a la vista de todos. Este año no es la excepción.
Nuestra institución insigne, el Liceo Vélez, estandarte de excelentes bachilleres en las décadas de los 70, 80 y 90, en donde se ganaban las becas como la de Coltejer y sus alumnos pasaban en las mejores universidades del país; hoy el Vélez no despliega y otras instituciones con un promedio ponderado de 47,801 por debajo de corregimientos como Ceibal y Juan Arias y de instituciones como Don Bosco, San Mateo y la Esmeralda, ubicando el Vélez en el puesto 6.580 de las 10.540 oficiales del calendario A.
Lo anterior nos permite hacer una reflexión constructiva, no culpar a nadie, porque todos somos culpables de los procesos que se dan. Sino atinar que procesos se pueden iniciar para buscar la ruta del mejoramiento del rendimiento académico de los alumnos.
Es claro que tenemos otra calidad de alumnos y padres de familias, pero tenemos una calidad de docentes bien comprometidos preparados y estructurados. ¿Entonces donde radica el problema? Hay que revaluarnos toda la comunidad educativa, docentes y directivos, alumnos y padres de familias y comunidad en general.
Muchos alumnos no poseen sentido de pertenencia con su formación y si una irresponsabilidad académica, no tienen proyecto de vida, pocos o nada les interesas sus estudios, sus hobbies son el boom del momento, la moda, y la tecnología que no la usan para su autoformación, a todo esto se le suma las actitudes de algunos padres, en sí, al alumno hay que reorientarlo en estos momentos difíciles por los que atraviesa la juventud, es aquí donde debe hacérseles trabajos de concientización permanente.
Por otro lado, las instituciones tienen que revaluar su PEI, reorientarlos y trazar estrategias pedagógicas, didácticas y metodológicas que permitan iniciar avances en la calidad educativa, en las actitudes y aptitudes de todos. Compartir clases estáticas por compartir no es lo ideal, hay que suministrarles a los alumnos que adquieran un aprendizaje significativo que los conlleve a ser críticos, analíticos, dinámicos y reflexivos, alumnos competentes que sepan interpretar, argumentar y proponer. Cuanto estos procesos se realicen frecuentemente en cada clase, obtendremos mejor calidad educativa y mejores resultados en las pruebas Saber Icfes.