“…diciembre alegre te fuiste, diciembre alegre vendrás. Y de aguinaldo solo me diste bello diciembre un poco de cosas para recordar”. El año pasado para esta misma época me apoyé en los versos que tomé prestados de Rafael Manjarrez en “Bendito Diciembre” para desearlea mis lectores mis mejores deseos de Navidad y Año Nuevo.
Hoy he tomado unos versos de Emiro Zuleta en “Diciembre Alegre” que Jorge Oñate dejó inmortalizados con Los Hermanos López por allá en el año 1971.
Ya nos quedan dos semanas para que termine este 2021 y el balance sigue siendo agridulce con todas las adversidades que hemos tenido que pasar por consecuencia de ese COVID. Para los que profesamos la fe católica nos nace un sentimiento de gratitud a DIOS por haber logrado terminar el año con vida, sabiendo la cantidad de familiares, parientes, amigos, vecinos y conocidos que se adelantaron y nos fueron dejando sus recuerdos.
Seguramente que en algún momento hemos pensado que ya no aguantamos más este año de tristezas y queremos que se vaya de una vez. No es fácil aceptarlo, pero hay que sobreponerse y sacar las fuerzas necesarias porque hay que seguir el camino hasta cuando se haga la voluntad de DIOS.
Reflexionando sobre el transcurso de la vida me estoy dando cuenta que a medida que va pasando el tiempo voy sintiendo que los años son mascortos. Es que no hace mucho, el 4 de enero, viajé de Villanueva a Bogotá para reiniciar mis actividades profesionales y académicas, y ya estoy de nuevo en Villanueva pasando vacaciones como si hubiera sido ayer.
Me acuerdo que antes, para limitarlo desde la adolescencia, el transcurrir del año me parecía interminable. Terminar las clases en el colegio me parecía una eternidad. Y ahora parece que pasar de un año a otro es como si fuera por inercia, y ya nada cambia como antes.
La navidad debe tomarse como la época de los sentimientos, para que las personas se vuelvan a encontrar y olviden discusiones, disgustos, ofensas o malos entendidos para volver a empezar; ya sea que se trate de seres queridos, o con las amistades, o con los vecinos, o con el que sea. También es la mejor época para enviar los mejores deseos, aprovechando que a la semana siguiente empieza un nuevo año.
Desde que se inventaron las redes sociales se han facilitado mas las cosas y las formas de expresar los sentimientos son más creativas. Ya no se mandan a timbrar tarjetas porque Whatsapp, Facebook, Instagram, Twitter, Tik Tok, etcétera nos evitan esos gastos diseñando tarjetas virtuales, y que al mismo tiempo hacen una gran contribución al medio ambiente dejando de usar tanto papel.
Para el año nuevo es mas usual acudir a las llamadas o videollamadas, o también mensajes en redes sociales.
En todo caso se debe tener en cuenta que el COVID sigue al acecho y que por tal razón se tiene que seguir cumpliendo con los protocolos de bioseguridad: tapaboca, lavar las manos, y el distanciamiento. Dicen los científicos que las vacunas logran su mayor efecto defensivo después de transcurridos 14 días de aplicadas. Entonces no hay que confiarse.
El año nuevo no es un simple cierre de ciclo para volver a empezar. Tampoco para quedarse en el tiempo de los recuerdos mencionando lo malo. El año nuevo tiene que ser la actitud de seguir caminando con fortaleza y perseverancia hasta lograr lo que nos hayamos propuesto alcanzar en la vida.
El año nuevo no es un simple cambio de fecha pero es muy seguro que el solo hecho de que la fecha cambie también nos hará cambiar la actitud ante la vida cuando seamos consientes de que estamos en 2022.
Muchas gracias a todas las personas que dedicaron un ratico de su tiempo durante el año para leer mis opiniones, independiente de que las hayan compartido o que no hayan estado de acuerdo; lo que vale es el interés despertado en ustedes por saber mi opinión.
Mis mejores deseos de paz, felicidad, salud y prosperidad junto con sus familias en navidad y año nuevo. Fuerte abrazo.