La NASA ha desarrollado una tecnología de navegación por rayos X que tiene potencial para revolucionar la navegación espacial tal y como la conociemos. Gracias a ella, en el futuro será posible enviar naves espaciales robóticas autónomas hasta los confines del Sistema Solar y más allá para explorar el espacio profundo.
La agencia espacial estadounidense ha demostrado la eficacia de esta tecnología a través de un experimento llamado SEXTANT (Station Explorer for X-ray Timing and Navigation Technology), nombrado así en honor del sextante, un instrumento de navegación náutica del siglo XVIII. El experimento ha permitido comprobar que los púlsares de milisegundos podrían usarse para determinar con precisión la ubicación de un objeto en el espacio, de manera similar a como lo hace el un sistema de GPS terrestre.
Por si no lo sabías, un púlsar es una estrella de neutrones que gira con rapidez y emite radiación electromagnética, como resultado del colapso del núcleo de una estrella masiva que posteriormente explota. Los púlsares de milisegundos son aquellos con períodos de rotación de solo unos milisegundos.
Los púlsares de milisegundos se caracterizan por tener una posición fija en el cosmos y por ser muy regulares. Debido a esto, se pueden utilizar a modo de faro estelar que sirva de guía a las naves espaciales, y se pueden usar de la misma manera que un GPS utiliza la flota de satélites para establecer la ubicación.
En la práctica, SEXTANT funciona como un receptor GPS, pero en este caso equipado con detección de rayos X. Esto es debido a que la radiación electromagnética que emiten los púlsares es más visible en el espectro de rayos X. Para hacer la demostración de esta tecnología, el equipo de la NASA aprovechó los 52 telescopios de rayos X del observatorio NICER para seguir las pulsaciones predecibles de los púlsares, que proporcionan información de sincronización de alta precisión, similares a las señales de un reloj atómico suministradas a través del sistema GPS.
«Esta demostración prueba la viabilidad de la navegación por rayos X como una nueva tecnología de navegación autónoma», afirma en un comunicado Jason Mitchell, tecnólogo aeroespacial de la NASA. «Hemos demostrado que una versión madura de esta tecnología podría mejorar la exploración del espacio profundo en cualquier lugar del Sistema Solar y más allá».