La semana pasada el Gobierno ratificó la decisión de trasladar a 3 millones 800 mil usuarios de Medimás a otras 15 EPS.
La lista incluye algunas de las cuales son recurrentes las quejas por la mala prestación de servicio.
¿Están preparadas para recibir de manera intempestiva cerca de 250.000 usuarios? La crisis de Medimás es la más profunda por el tamaño de la entidad, pero estoy segura de que los problemas los afrontan todas las entidades del sistema y no pareciera que el Gobierno haga nada por solucionarlo.
Si bien es cierto que en el plan de desarrollo se contempla una ley de punto final que le asigna a la salud $8 billones, los recursos podrían ir a un agujero negro si no se modifican las condiciones que lo llevaron a la debacle. Tenemos un sistema en el que pocos aportan y atiende a muchos a todo taco. Así no hay recursos que alcancen ni servicio que aguante.
Siempre escuchamos la versión de los usuarios, de sus derechos violentados, pero no oímos la versión de quienes hacen parte del sistema. Accionistas, administradores y personal de la salud tienen mucho que aportar en la discusión. Resulta desalentador escuchar las condiciones laborales del personal de salud.
Quienes deben velar por la vida de todos son sometidos a turnos extra largos, no les pagan sus salarios a tiempo y en muchos casos tienen contratos sin prestaciones sociales.
¿No pone eso en peligro la vida de todos? Colombia no puede seguir sin debatir en serio y a fondo sus problemas reales.
Salvar la salud requiere una transformación profunda, no simplemente inversiones de capital o traslados de personal.