Cada año es una oportunidad para volver a empezar, para trazar nuevas metas y trabajar por nuestros sueños.
¿Qué quiero cambiar?, ¿hacia dónde voy? ¿Cómo puedo mejorar mis hábitos de vida? Estas son algunas de las preguntas que surgen cada año en nuestra mente y que nos motivan a hacer una lista de propósitos que simbolice un nuevo comienzo.
Hacer ejercicio, aprender un nuevo idioma, viajar, ahorrar, comprar algo que queremos, cambiar de trabajo, son algunas de las metas con las que solemos empezar cada año, pero ¿qué tanto las cumplimos?
Lamentablemente, con el pasar de los meses sucumbimos ante los obstáculos, y todo lo que queríamos se queda en simples intenciones.
No es extraño entonces que muchos de estos propósitos se repitan una y otra vez y que cada año pronunciemos victoriosas ¡Esta vez sí!
Entre los consejos para cumplir las metas está el no esperar hasta el año nuevo para reflexionar sobre lo que quieres. Es importante que los cambios no dependan de otros, encontrar la motivación y evitar las presiones externas.
Elegir objetivos alcanzables y medibles, ser realista es la clave para que la lista de propósitos no quede en el olvido. Si quiere empezar a ahorrar no pretenda guardar el 30% de tus ingresos, empieza con un 5% o 10% y aumente poco a poco, lo mismo aplica para el ejercicio, si nunca ha hecho deporte no piense en entrenar cuatro veces a la semana porque pronto perderá el entusiasmo.
Asignar tareas o acciones para cada objetivo que le permitan medir los resultados. Por ejemplo, ‘hacer ejercicio dos veces a la semana’ o ‘estudiar todos los días una hora’, así puede tener un registro de sus actividades y tomar acciones de mejora cuando se esté desviando de la meta.
Si su voluntad no es lo suficientemente fuerte, evite presionarse a hacer cosas que no desea, busque algo que realmente le motive y recompense sus logros. Comparta con sus amigos y familiares sus metas, ellos pueden recordárselas y motivarle a alcanzarlas.
Una de las razones por las que nuestra lista de propósitos fracasa es porque sólo volvemos a pensar en ella a final de año. Establece tiempos de cumplimiento para cada objetivo y revisa los avances de tu lista cada dos o tres meses.
Si tu lista de propósitos se convierte en una camisa de fuerza, es mejor que replantees tus objetivos y repitas el ejercicio de forma más consciente, teniendo en cuenta estos consejos.